Era solo una hoja de papel


Era solo una hoja de papel que la tomó el viento

Y la elevó a los cielos hasta tocar el firmamento

Era solo una hoja de papel, bañada de lágrimas

Escrita con tinta extraídas del alma, y de los lamentos

Era solo una hoja que atravesó el cielo, hasta los confines

Una hoja nada más,pero lleva impreso un mensaje de paz.



Era una hoja arrugada y pequeña... escrita con garabatos

Contenía en cada arruga un pedido de amor por la humanidad

Iba dirigida a reyes, a poderosos e importantes señores con ideas de mandato

Tenía en sus arrugas; manchas de tierra, lágrimas y restos de pan

Y contenía un mensaje que pocos eran capaces de poder descifrar

Pero voló por el mundo, buscando un corazón en donde poderse posar.



Era una hoja y nada más, pequeña, ordinaria, carente de valor

Escrita por dentro y por fuera con lágrimas y con demasiado dolor

En lápiz sin punta garabateado esta, el mensaje al mundo de un pedido de paz

De un niño humilde que en su pobre rincón; despidiéndose del mundo de los niños está

De su infancia breve, carente y fugaz, obligado a ser hombre a temprana edad

Su corazón dolido muriéndose esta, pues llegaba el momento de marcharse ya.



Su carta olvidada en un rincón quedo, teñida del tiempo su letra borró

Aquel niño pobre un día creció, pero su alma noble intacta quedó

Su mensaje de amor los mares cruzó, su pedido de paz los cielos tocó

El mundo quizás jamás comprendió, el mensaje borroso que aquel niño dio

Pero un alma sensible su carta leyó, y con letras de oro su mensaje adornó

La lleno de flores y hermosa canción, e hizo a los hombres llorar de emoción.



Quizás pocas personas puedan leer el mensaje del llanto

Y del dolor que se vive en las oscuras tinieblas de la soledad

Quizás no todos tengan el don de interpretar las almas y de convertir lágrimas en perlas

De transcribir en poesías los que otros gritan en el silencio profundo de su tempestad

Pero tú que lo puedes hacer; ¡Oh ángel! Que puedes convertir en arte el dolor

No ceses de llevar el mensaje de paz, a un mundo que muriendo esta,

Habla por los niños, canta por los sin voz, mira por los que no ven, y llora,
porque tus lágrimas son perlas que desde el cielo bajó.




Autor  Carlos Polleé
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