miércoles, 31 de mayo de 2017



Páginas de amor


Fueron páginas y páginas de amor roto
Fueron rosas y espinas
Rosas...rosas...espinas
Rosas...rosas...espinas
Y fue amor...sobre todas las cosas amor
Pasión...podría decirse... pasión
Fueron las páginas de mi amor
Conté las rosas y conté las espinas
Y me quede con sus rosas
Fragancia de su jardín
Y me quedé con las rosas
Y las páginas de su amor
!Que bello es ese amor!
Que aún late...Por Dios y como late

Y me quede con las páginas
Y me quede con su amor
Aunque fueron páginas rotas
Fragancia de su pasión.

(Autor Dilo con frases y poesías copyright)


Cuando estoy contigo

Y cuando estas conmigo... amor, siento que estoy completo,

Tú... en tu distancia, y yo en la mía;

Pero cuando tu corazón late, late dentro mío.

Cuando tu alma se debate... se debate de amor en el alma mía.




Cuando estas conmigo amor, y estoy contigo

Las luces del ocaso nunca mueren

Y se propagan más allá del infinito, se llenan de encanto los sueños

Se rebozan de dulzura las fantasías locas, cuando estas conmigo.


Cuando me amas y yo te amo, amor, no existe el universo

La estrella que lo llena, es una sola y lleva tu nombre con luces de colores

El sol pierde su eje, y sale en donde se esconde

Cuando yo te amo, amor, y tu me amas.. 

El mundo gira en torno a tus besos y, 

la rueda del Universo en pos de tus encantos.


(Autor Carlos Polleé protegido por copyrigh de autor)
Imagen de la web



No me canso de mirarte, te sueño porque eres mi sueño

Sin ti solo existe la nada, el vacío de mis anhelos perdidos

Te amo, aunque deba aprenderlo todo y empezar de nuevo

Es como encontrar un camino diferente, eres dueña de mi mente

De mis sentimientos, de mi amor que crece como el fuego

No puedo parar de escribirte coplas, mis letras no quedaran en el olvido

Porque se que amarte ha sido mi ilusión más bella, y mi sueño más querido

Mis ojos te recorren con puros sentimientos , como un caminante sediento

Como un mendigo de tu amor, por momentos distante, como tu silencio

Eres tan bella que no queda nada más allá de ti, solo mis ojos te contemplan

Te siento en cada espacio de mi ser, en cada latido y a cada momento.






(Autor Carlos Polleé Copyright)



martes, 30 de mayo de 2017

Busca una canción triste e inténtala cantar

Quizás la puedas mejorar, aunque tu alma esté desecha.

Debes saber que la tristeza es parte de la vida.

Son como notas de una canción,

Que las hay más graves y también agudas. 

Las hay alegres y también melancólicas.

La tristeza es bella para quienes han sabido convivir con ella.

Es como en otoño ver caer las hojas secas.

Y guardar en silencio todos los sentimientos en el alma....!!


(Autor Carlos Polleé)





Fuiste como la Luna


Apareciste tras la colina de mis sueños

Ataviada de amor y seducción

Me iluminaste

Fue un instante nada más y ya te amé

No lo pude comprender

¿Como el amor se desprende así?

Y une los corazones...

Los eleva a soñar los encantos

Los nutre de pasión y fuego

Y serás mía. ¡Ya eres mía!

Lo se, y lo siento así

Amor de primera vez

Que encanto es

¡Amarte tanto!

Amarte como nunca a nadie amé.




(Autor Dilo con frases y poesías)

Espacios vacíos en el alma


Hubiese querido que llenaras

Hasta el último rincón del alma mía

Para completar mis versos

Para hacer de ti, mi última poesía.

Hubiese querido que invadieras

De pleno, mi corazón deshecho

Para contemplarte en mis silencios

Y llevarte... eternamente en mi pecho.

Grabada como en oro, Brillante perla

Para hacer que tu haz  me ilumine siempre.


(Dedicado a mi amada. Carlos Polleé Autor, todos los derechos Copyright)





No me canso de mirarte, te sueño porque eres mi sueño

Sin ti solo existe la nada, el vacío de mis anhelos perdidos

Te amo, aunque deba aprenderlo todo y empezar de nuevo

Es como encontrar un camino diferente, eres dueña de mi mente

De mis sentimientos, de mi amor que crece como el fuego

No puedo parar de escribirte coplas, mis letras no quedaran en el olvido

Porque se que amarte ha sido mi ilusión más bella, y mi sueño más querido

Mis ojos te recorren con puros sentimientos , como un caminante sediento

Como un mendigo de tu amor, por momentos distante, como tu silencio

Eres tan bella que no queda nada más allá de ti, solo mis ojos te contemplan

Te siento en cada espacio de mi ser, en cada latido y a cada momento.






(Autor Carlos Polleé Copyright)








lunes, 29 de mayo de 2017

El cielo y el mar se besan, como tú amor...cuando me besas

Se unen en la inmensa lejanía como tu corazón y el mío

Como tu alma en la mía, que se hacen una cuando tú regresas

¡Amor!... Inmenso amor que llenas de luz mi vivir

Como las olas del mar cuando me abrazas, y te adueñas de mi existir

El cielo y el mar eternamente juntos, eternos amantes

Aunque la tempestad y negros nubarrones se interpongan

Aunque la negra adversidad rugan con truenos amenazantes

Sabré que estás amor, lo sabre y te buscaré en la negra noche

Y me uniré contigo en el fulgor de tus olas bravas e inquietantes

Porque eres mía como el mar le pertenece al cielo

Como el cielo le pertenece al mar, se pertenecen como tus brazos amantes

Como tus labios, y tus ardientes besos que queman mi existir

Te amo amor, y amar no es solo un decir, sino es mi amor con todo su esplendor

Cuando te entregas vida y yo me entrego con toda mi ternura y mi sentir.


(Autor Carlos Polleé todos los derechos reservados)




El derecho de nacer



Solo un corazón que late, es todo mi existir

No más, siquiera un rezo me acompaña en esta soledad

Es que la vida me jugó esta cruel partida

Desde antes de nacer, ya estar sin vida.




Se debate mientras tanto, en recintos confundidos

Hombres y mujeres bien vestidos entre leyes y debates

¿Que es la vida? No lo se, solo un corazón que late

Es lo que soy, sin padre... y sin madre quizás de a ratos.



Es que por momentos vivo, y por momentos fenezco

Por uno más o uno menos que debate en el fuero

Nada puedo pretender, solo vivir yo quiero

Es que la vida me dio su aprobación,

Pero por el derecho de vivir; yo muero.



Cada día que trascurre mi corazón aumenta su ritmo

Es que ya soy hombresito, ¿no ven? puedo latir solito

Quizás un poco de amor, realmente lo necesito

Nunca podré imaginar, que por nacer soy un conflicto.



Quisiera volver al lugar de donde vine

Es que mi alma tuvo esa condena, que no es delito, ni tiene pena

Venir a nacer en el vientre equivocado, en busca de amor y ser rechazado

Quizás sea hora de partir, es mejor, ¿Para que vivir en un mundo

Que sin haber hecho daño alguno, y solo por el hecho de nacer, ya me condena?




(Autor Carlos Polleé todos los derechos reservados)







Hogar eterno

¿Que dueño de las almas existe más allá de la existencia?

¿Que mano se extenderá hacia mi, cuando el turno llegue de improviso?

¿Quien podrá pesar la vida, si ha vivido en la excelencia?

¿O si ha de suplicar clemencia cuando la muerte llegue sin aviso?


Si existe el cielo existirá también del alma su reposo

Si es obvio que más allá del ser haya un Dios, o un ser más poderoso

Quien quitare la culpa o diere al hombre su lugar más codicioso

Bueno sería también, ser honesto, solidario y cuidadoso.


¡Oh alma que encuentras la paz,bella como el cielo!

Instante que llega como una estrella fugas

¿Te transformas en luz cuando te vas?

¡Oh!... ¡Que bello será el amanecer, más allá del velo!

                                         Que nos separa de lo eterno y verdadero... QUIZÁS.



(Autor Carlos Polleé todos los derechos reservados)



A una mujer ámala

cuídala, has que se

sienta amada. 

Escribele versos,

hasle canciones

poemas. Pero 

jamás la golpees.

Jamás la dañes

ni la lastimes..



Si... te amé

Si, es cierto que te he amado

Si, con el alma toda

Mi corazón entregué sin vacilar

Sin reparos, sin espacios, ni vacilaciones

Como un niño... sin dudar.

Así, te ame,

Como solo quien ama puede amar

Sin pedirte nada a cambio, sin demandas, ni reproches

Tan solo con el alma.

Si, te ame, una y otra vez,

Y mil veces si, eternamente si

Como se ama. Simplemente así.




(Autor Carlos Polleé todos los derechos reservados)



domingo, 28 de mayo de 2017

Historia de un amor oscuro
cuento completo.

Ella decía llamarse Débora, la conoció por facebook. Al principio era un hola, y luego se transformo en una charla más amena. Ella decía tener unos treinta y seis años y él cuarenta y cinco.



 Se la veía tan bella en su foto de perfil que él se fue enamorando. Su encanto y su finura femenina, sus gustos delicados y su obsesión por mantener una figura delgada y agradable lo cautivaron.

Se pasaron sus números de los celulares y así la charla fue más personal, ella tenía una voz agradable y con aire a esa clase de mujeres que se les suele decir "conchetas".
Mujer sola con un hijo de diez años. que aún sufría la pérdida de su padre que llevaba un año de fallecido. Vivía en Ramos Mejía. 

Él era viudo, se llamaba José y vivía en San Isidro zona Norte. La necesidad de estar con alguien hizo que José se apegara mucho a ella. Tantos eran sus sentimientos que comenzó a enamorarse de Debora, perdidamente. Quería conocerla personalmente. Ya no bastaban los contactos por chat, ni los mensajitos por celulares. 

José quería verla y sabiendo que ella sufría de una úlcera en el estómago sentía que debía ayudarla económicamente. Y así lo hacía enviándole dinero de tanto en tanto por medio de algún Rapipago. 
Se sentía satisfecho de poder ayudarla, aún que sea así; saldando alguna cuenta que ella no podía pagar. 

Sin embargo de vez en cuando una sombra de sospecha rondaba por su mente. ¿Porque razón Débora para algunas cosas se mostraba esquiva? Por ejemplo. cuando le solicitaba una foto, aparte de sus fotos de perfil, ella se negaba, y le aseguraba que ella era tal cual se mostraban sus fotos en facebook. Tampoco se interesaba demasiado en la figura de él, afirmando que no se guiaba por la figura del hombre exteriormente, sino que para ella lo importante era su ser interior.  

Sin embargo, por otro lado mediante mensajitos era cálida, solía mostrarse cariñosa y que retribuía al cariño que José le brindaba.

Este observaba por las publicaciones y los contactos de ella, que era verdad lo que decía. Tenía un hermano que jugaba al Rugby, familiares, amigos, fotos de reuniones, cumpleaños y eventos. Todo era verdad, pero lo extraño era que ella nunca aparecía en ninguna foto familiar.



No podía ser que una mujer tan bella se fijara en un hombre considerablemente feo como consideraba que era él. Una y otra vez le preguntaba si había visto su foto, y ella siempre le respondía con la misma respuesta:
 -No me interesan los hombres lindos, me importan como son en el alma y que sean buenas personas.

Profundamente emocionado, José se sentía un tanto feliz de haber hallado una mujer joven y bella que se fijara en él.

Un día convinieron en encontrarse, eligieron un lugar para verse, Flores parecía perfecto. Frente a la iglesia católica, En la Plaza. Era un lugar conveniente, a ella le quedaba bastante a mano y a él no se le hacía tan a trasmano que digamos. Decidieron que a las ocho de la noche sería un horario ideal, tomarían algo y se conocerían.

Allí estuvo José con una hora de anticipación y el corazón latiendo intensamente. Caminó, tomó un café en un bar del lugar, ideó distintas fantasías de como sería ella al verla personalmente. La llamó por teléfono, ella le aseguró que iba a ir vestida con una blusa negra, de pantalones oscuros y que su estatura era de un metro setenta.

Su emoción aumentaba al aproximarse la hora señalada, su corazón acrecentaba los latidos. Ella era rubia, cabellos largos, figura esbelta. El estatura mediana, con un poco de sobre peso y cabellos un tanto canos. Le había dicho que trabajaba de terapeuta. Él, un simple técnico en refrigeración.  


Era ya la hora convenida y Débora no llegaba. La ansiedad de José iba en aumento de modo que cuando sonó el celular se apresuró a atender nerviosamente. Era ella. José se preparó para lo que tanto temía. Seguramente le diría que no podía venir.
Se escuchó la voz de ella: -No puedo ir ahora, si podes esperarme hasta las nueve o sino lo dejamos para otro día, porque la señora que cuida a mi hijo se tiene que ir y no puedo dejarlo solo.
-No, no. Te espero, ya que estoy aquí te espero. No quiero dejarlo para otro día. Le replicó José.


Se hicieron las nueve y también las diez de la noche y José tomo la decisión de volver cabizbajo a su casa. Todavía le resonaban en su mente las escusas de Débora. -No puedo dejar a mi hijo solo, mi mamá no llega.
-Andate, lo dejamos para otro día.

  
 Al final José desistió. Se daba cuenta que algo pasaba con Débora. Era el segundo intento de combinar un encuentro, y era la segunda vez que no se podía concretar.
Se enojaba, quería cortar con la relación, pero parecía que ella lo quería.

-Yo no te importo, Le decía él

-Si, me importas. Le replicaba ella.

A José se le acrecentaron las dudas. Pensó que a ella solamente le importaba que él le diera algo de dinero, aunque las ayudas que le proporcionaba representaba muy poco valor. 
Tenía todos los datos de ella, el domicilio, su DNI, conocía su entorno por face, su madre y hermanos. Difícilmente Débora pudiera exponerse tanto por pequeñas sumas de dinero que la comprometían con un hombre desconocido. 
Estaba seguro que algo le sucedía y le creía cuando ella le aseguraba que lo necesitaba.
¿Existía otra razón que la obligaba a ese misterio de no darse a conocer personalmente?

¿Que escondía Debby? Como solían le decían en su entorno.

José no era desconfiado, pero estaba intrigado. Tenía un buen pasar, era un hombre solo y estaba dispuesto a ayudarla a Debby. Ella le gustaba y no solo porque expusiera en su foto a una mujer bella, de rasgos finos y agradable. 
Así fuera más bajita y gordita la iba a querer igual. Pero necesitaba que ella sea sincera con él.

Esa era la razón por la cual él hurgueteaba en todas sus fotos y sacaba conclusiones. En su foto de perfil no era parecida a su hermano, ni a su hermana. Sin embargo lo demás era todo normal, reuniones de cumpleaños, bautismos, fiestas familiares, asado, su hijo. Todo era muy bello y muy familiar. Solo que ella nunca aparecía en las fotos, solo sus comentarios.

Era parte de todas las reuniones pero siempre ausente.

Un día ella le contó que tenía un desperfecto en su heladera y como José era técnico se comprometió a ir a su casa a solucionarlo. 

Era su oportunidad de ayudarla y a la vez conocerla personalmente.


El día señalado José se preparó temprano para ir al encuentro de Deby en su propia casa.
No es que José se aprovechara de la situación de apremio que le tocaba vivir a Deby, él era un hombre sincero y quería ayudarla de corazón puro, simplemente que también necesitaba la prueba de que sus sentimientos verdaderos no sean presa de un juego mal intencionado. 
Deby, a su vez, pasaba por malos momentos, quizás los peores de su vida. Era una mujer de clase media, soltera y con un hijo. Todo eso era verdad. Su padre, quien la había ayudado y sostenido económicamente, falleció hacia un años atrás. Ella sufría problemas de salud y aunque vivía en una casa grande, en una zona céntrica de Ramos Mejía, ni siquiera podía mantener en buen estado la propiedad.
En todo eso José, estaba tranquilo de que esas cosas no eran mentira. Solo le quedaba el gran interrogante: ¿Quien era ella?

Combinaron que a eso de las once de la mañana José iría a la casa de Deby a colocarle un termostato a la heladera. Esa situación la ponía mal, siquiera tenía donde conservar algunos alimentos, de modo que tuvo que acceder a que fuera José quien le solucionara este problema.

-Vos vení y te va a recibir mi prima que trabaja en mi casa. Decía Deby.

-No, quiero que seas vos quién este esperándome, ¿Porque tiene que ser una prima?  Replicaba él
-Porque yo tengo que trabajar. 
-Voy antes que salgas para el trabajo.
-Vos venite, va a estar mi prima, yo voy temprano a trabajar y cuando sean las once regreso a casa, y luego vuelvo para mi trabajo.
En definitiva José fue convencido por la mujer para ir a la casa de Deby, ella le dio bien la dirección y, como llegar para que no tuviera inconvenientes en el camino. 

Faltando poco para llegar, José la llama. -Deby estoy aquí, 
-Llégate a mi casa, te va a atender mi prima, yo no voy a poder llegar.
-Pero Deby vos me dijiste que ibas a venir.
-Estoy en mi trabajo, ¿Me vas a hacer viajar desde capital hasta mi casa? Bueno, voy a ver si puedo.
No, esta bien, Replicó José, No vengas. No hace falta, te arreglo la heladera y luego me voy a tu trabajo, salís un ratito y tomamos un café. 

Llegó puntual a la casa, como siempre solía hacer, se detiene frente a la casa señalada, mira el número, era allí.
La casa grande, se notaba que en otro tiempo había sido un lugar bello de gente bien. Ahora se veía la negrura de las paredes carentes de una buena mano de pintura. 
Recordaba que Deby le había dicho que su casa estaba en esas condiciones. Falta de pintura, con aspecto de abandono. 
José llamó, salió una mujer con mirada desconfiada.

-Hola, buen día. Dijo José. -Venía a colocar un termostato en la heladera. 
-Si, Deby me dijo que usted iba a venir, espere un momento...

La mujer entró, supuesta mente a acomodar alguna cosa, y su aspecto seguía siendo extraño...

La mujer volvió con ese aspecto extraño, diría con un aire a estar deprimida. José entró a la casa, al costado del hall de entrada  había un sofá cama revuelto como si alguien hubiera estado durmiendo hasta hacía un rato antes.


Fueron directamente hacia la cocina en donde estaba la heladera descompuesta. La mujer le ofrece un vaso de agua de manera poco prolija el cual contenía un cabello dentro. José amablemente dijo no querer tomar nada.
-Vamos a arreglar la heladera dijo.
La mujer lo observaba, era de una estatura aproximadamente de un metro sesenta y cinco, rellenita, cabellos con rulos castaños y revueltos.
Pero lo que más le llamaba la atención a José era la voz de la mujer, idéntica a la voz de Deby.

Al poco tiempo José mostró su destreza para realizar un trabajo y la heladera ya estaba funcionando perfectamente.
José estaba decidido que esta vez tenía que conocer a Deby personalmente. 
Ella le había dicho que estaba trabajando en el hospital Psiquiátrico Borda, que era terapeuta. De modo que José tomó la decisión de salir de la casa e ir directamente al hospital. 

La prima, que decía llamarse María trató de convencerlo, con esa voz tan idéntica a la de Deby, de que era inútil ir al Borda porque no la iban dejar salir.
Pero José insistió. - No importa, voy a ir igual.

La mujer insistía en que no debía ir, que el lugar era muy grande, y que a Deby no la dejarían salir.
A José le pareció demasiada insistencia de parte de esa mujer, que solo estaba en la casa para hacer la limpieza, aunque decía ser la prima de Deby, demasiado interés en que José desistiera en ir al Hospital Borda.
Sin embargo conocía bien el lugar, eso lo pudo comprobar al preguntarle el modo de llegar, a lo cual la mujer le dio algunos detalles aunque continuaba insistiendo en que no debía ir.

José salió de aquella casa con un amargo sentimiento, algo no estaba bien. Caminó hacia la parada del colectivo y allí recibe un mensaje de Deby agradeciéndole por el arreglo de la heladera.

Algo le hacía sentir que aquella mujer, desalineada, y media depresiva que lo atendió en esa casa era Deby. 
Tomó un colectivo rumbo a al hospital psiquiátrico y desde allí la llama por el teléfono celular.

Deby lo atiende -No vengas, no porque no voy a poder atenderte. 
- Solo salís diez minutos y tomamos un café, estoy yendo para allí.
-No puedo, insistía Deby, ahora me estoy preparando para salir, vamos con un grupo de médicos para el Open Door  un Psiquiátrico que esta en la zona de Luján.

-Deby yo ya estoy viajando para el Borda y te voy a buscar.



-No vengas, no vengas.

Las calles eran gastadas como las paredes descascaradas de aquella zona oscura y triste. Se levantaba el edificio imponente, tal la enfermedad incurable de aquellos pobres infelices que llenaban el lugar.
José estaba decidido a llegar al fondo de esta situación, Deby le había dicho que salía junto a un grupo de profesionales rumbo a otro nosocomio, pero él ya estaba convencido de que las cosas eran más serias de lo que imaginaba.

Camino por esas calles en busca del hospital Borda, era la hora en que la mayoría salía a almorzar, pero él decidió ir derecho a la entrada principal y averiguar que sucedía. ¿Quien era Débora Raimundi? o sea Deby. 
Si trabajaba allí deberían conocerla o a lo menos tener sus datos, así que encaró y fue preguntando hasta que lo enviaron al lugar indicado en donde tenían datos de todo el personal.

-No, Débora Raimundi no figura en ninguna lista, ni siquiera en la del personal auxiliar. 
Las personas del lugar lo miraban con cierta extrañeza, es como si dijeran: -Este hombre no sabe en que lugar esta. 
Casi con pena lo observaban, buscaba a una terapeuta en un sitio donde los enfermos psiquiátricos se hacían pasar por personas que en definitiva no eran.

José tomó una repentina decisión, fue al lugar en donde figuraban los expedientes de las personas que habían estado internadas y habían sido dadas de alta. 

Si, allí estaba, Débora Raimundi, había salido de allí hacía alrededor de un año, junto con la fecha de la muerte de su padre. La dejaron salir y que viva en su casa bajo la responsabilidad de su familia.

José caminó lentamente por los largos pasillos, salió tristemente al parque y miró hacia lo lejos. Si, definitivamente si, se trataba de ella, la misma mujer que lo atendió en la casa. Ella era Débora Raimundi Deby.


Con un fuerte silencio en la garganta se encaminó de regreso a su hogar. Aún flotaba en el aire el bello recuerdo de Deby, aquella joven y vivaracha mujer que supuesta mente se había marchado hacia un hospital psiquiátrico de la zona de Luján. Prefirió quedarse con ese sabor en su interior y revivir un poco más aquel inocente juego de una mujer bella, que al fin y al cabo a nadie hacía daño en su pequeño mundo de fantasía.

























Esclavo

Preso de tu amor me llego ante ti

encadenado en tus besos

Atado a tu piel, me rindo.

Perdido en esta pasión que me consume.

Me invade por dentro y por fuera

una y otra vez llevándome a tu luna de miel

En ti encuentro el elixir de mi existencia

en los jugos de tus besos

en la esencia de tu sexo que me atrae

y me alimenta.

Tuyo soy y no me arrepiento

Esta pasión domina todos mis sentidos 

y otra vez me lleva cautivo.


Autor Carlos Polleé todos los derechos protegidos con Copiright  








Pasión



Esta pasión que gobierna todos mis sentidos

Que late en mi alma y en tu piel 

con una fuerza que nos hace del amor, seres cautivos.

Esta pasión que nos envuelve como hojas por la brisa 

Nos arrastra como el viento y nos hace morir en un gemido.

Que transita por los hilos del espacio

y nos atrae como agujas imantadas del destino

Hasta romper las barreras que separan nuestro idilio

Y nos convierte en uno. Uno en amor, uno en destino

Uno en latido. 

Por ser más fuerte nuestro amor que las cruces del delirio.


Autor Carlos Polleé todos los derechos con Copyright de autor


















sábado, 27 de mayo de 2017

Cuando estoy contigo

Y cuando estas conmigo... amor, siento que estoy completo,

Tú... en tu distancia, y yo en la mía;

Pero cuando tu corazón late, late dentro mío.

Cuando tu alma se debate... se debate de amor en el alma mía.



Cuando estas conmigo amor, y estoy contigo

Las luces del ocaso nunca mueren

Y se propagan más allá del infinito, se llenan de encanto los sueños

Se rebozan de dulzura las fantasías locas, cuando estas conmigo.


Cuando me amas y yo te amo, amor, no existe el universo

La estrella que lo llena, es una sola y lleva tu nombre con luces de colores

El sol pierde su eje, y sale en donde se esconde

Cuando yo te amo, amor, y tu me amas, el mundo gira en torno a tus encantos.


(Autor Carlos Polleé protegido por copyrigh de autor)
Imagen de la web


La vida nos concedió un instante

Nuestros caminos se alinearon y concibió amor

El rostro de la Luna nos miró despacio

Dando tiempo al momento en que nace el amor

Nos regaló cien veces su destello misterioso

Que hace que las almas confíen su pasión

Tuvimos lunas llenas con bordes dorados

Y vimos el menguante a la hora de olvidar

Pero en las noches negras nos invadió el tormento

De perder nuestras miradas en la oscura inmensidad

Ahora puedo amarte una vez más;

Y agregar amor a los recuerdos

No en vano te juré amor eterno

Ni en vano exprese las palabras más

bellas que de mi corazón fluía

Lo hice porque te amo con el alma toda.

Tome mi corazón en ambas manos

Y lo entregué como una flor al tuyo
Que tan amante, y lleno de pasión, lo recibía.

(Autor Carlos Polleé. Todos los derechos )





Con ella aprendí el amor..!!

Y nos amamos tras una Luna..

Que supo cobijar la noche

Hasta dejarnos tendidos de pasión.

Aquella Luna ocultó en su brillo

La magia de un amor pasional..

De aquellos que jamás tendrán olvido..!!



Autor Dilo con frases y poesías todos los derechos Copyright


Te amo, y eso puede más que el miedo

Aunque deba conservarlo puro y guardarlo inalterado

Aunque deba solo contenerte en mis sueños más profundos

Y entregarte mi alma cada vez que hablo y estas a mi lado.


Te amo, y eso lo se, lo tengo en mi pecho bien guardado

Lo conservo como una perla, como a la estrella del alma

¿Como no quererte así, siendo tan bella y cristalina?

¿Como no amarte así? con el corazón en calma.


¡Bella princesa de mis sueños dorados!

¡Hermoso jazmín, que en mi jardín has plantado!

Te llevo prendida como el alelí deseado

Como a la estrella de la mañana, como el amor,

Que en mi corazón has marcado.


Te amo, y ya no puedo más, decírtelo es lo menos

No puedo continuar callándolo, porque mi pecho clama

Decir te amo, es todo lo que tengo para darte

Y decirte; que mi corazón y mi alma solo viven para amarte.

Autor Carlos Polleé todos los derechos



viernes, 26 de mayo de 2017

Solo quizás


Quizás deba ir despidiéndome,

Quizás nunca haya sido comprendido

Ni amado, ni querido

Solo haya sido una ilusión

Que quedará en el olvido.



Quizás mis palabras no fueron suficiente

Quizás no hubo beso

Quizás ni abrazo, ni un ser querido

Solo vagas frases de un amor prohibido.



¿Para que las penas, para que las lágrimas

Para que el dolor?, si somos solo expresiones

Llevadas por el viento, olvidadas nada más

Transportadas por los sueños

Dejadas en el más allá.



¿Para que el amor y sus frutos de pasión?

¿Para que sus perlas apreciadas?

Sus frases dichas, su poema y su emoción

Si no soy nada, solo una hoja

Llevada por el tiempo, apiñada en un cajón.



Me iré despacio como las sombras

Con la lentitud del camino sin retorno

Llevando a cuestas mi recuerdo

Olvidándome de ti cuando me nombras

Me iré despacio,

Dejando la semilla del olvido a cada paso.



Con el grato sabor, o el amargo dolor

El tiempo dirá si valió la pena

Hoy mi mente no me dice nada más

La tristeza me envolvió en su manto

Y el olvido me hace señas distantes.



Quizás no haya sido lo mejor, lo se,

Soy hombre y nada mas

La vida me jugó esa pena,

de amar sin ser correspondido

De amar, tan simplemente amar y nada más.



No se que pensaré mañana, hoy solo tengo dolor

La misma tristeza que siempre me acompaña

Creí ver la luz de un nuevo día, y oscureció

Creí en el amor una vez más, y se marchó

Creí amarte para siempre y aquí estoy.


Llorando mis penas, derramando mis lágrimas

Esperando el silencio, reclamando la nada

Olvidando el olvido, siendo cómplice del silencio

Dejando para siempre a mi mujer amada.



(Autor Carlos Polleé) Copyright



Si la Luna te hablara!!!!



Si la Luna te hablara, te diría lo mucho que te amo

Te diría la Luna lo mucho que mi corazón te extraña

Se acercaría a tu almohada a susurrarte un poema

Un dulce poema que para ti, mi corazón emana.



Si la Luna te hablara todo sería muy bello

Entenderías que por amarte a ti, mi corazón desfallece

Te sueña, te espera al llegar la noche y aún cuando amanece

Te diría la Luna; que por ti, ¡solo por ti! mi amor aún crece.



Amor, cuando mires la Luna esta noche, sabe que yo te amo

Te siento entre mis brazos y muero por tus caricias y besos

Quisiera que la miraras, porque lleva mi mensaje para ti

El mismo desde el primer día, cuando te ame sin medida y te juré sin engaño.



¡Amor! quizás la Luna  se acerque hasta ti despacio....

Quizás no quiera despertarte, y te hable en tus sueños gratos

Quizás te haga sentir el amor que yo siento por ti y te acurruque en su regazo

Quizás la Luna, amor, quizás pueda decirte, Que te amo más que a la vida misma..!!

Que mi alma por ti se desgarra en pedazos...!!

(Autor Dilo con frases y poesías) Copyright de autor todos los derechos 








Historia de un amor oscuro (Parte 5)

Las calles eran gastadas como las paredes descascaradas de aquella zona oscura y triste. Se levantaba el edificio imponente, tal la enfermedad incurable de aquellos pobres infelices que llenaban el lugar.

Ver parte 4 en este enlace

José estaba decidido a llegar al fondo de esta situación, Deby le había dicho que salía junto a un grupo de profesionales rumbo a otro nosocomio, pero él ya estaba convencido de que las cosas eran más serias de lo que imaginaba.

Camino por esas calles en busca del hospital Borda, era la hora en que la mayoría salía a almorzar, pero él decidió ir derecho a la entrada principal y averiguar que sucedía. ¿Quien era Débora Raimundi? o sea Deby. 
Si trabajaba allí deberían conocerla o a lo menos tener sus datos, así que encaró y fue preguntando hasta que lo enviaron al lugar indicado en donde tenían datos de todo el personal.

-No, Débora Raimundi no figura en ninguna lista, ni siquiera en la del personal auxiliar. 
Las personas del lugar lo miraban con cierta extrañeza, es como si dijeran: -Este hombre no sabe en que lugar esta. 
Casi con pena lo observaban, buscaba a una terapeuta en un sitio donde los enfermos psiquiátricos se hacían pasar por personas que en definitiva no eran.

José tomó una repentina decisión, fue al lugar en donde figuraban los expedientes de las personas que habían estado internadas y habían sido dadas de alta. 

Si, allí estaba, Débora Raimundi, había salido de allí hacía alrededor de un año, junto con la fecha de la muerte de su padre. La dejaron salir y que viva en su casa bajo la responsabilidad de su familia.

José caminó lentamente por los largos pasillos, salió tristemente al parque y miró hacia lo lejos. Si, definitivamente si, se trataba de ella, la misma mujer que lo atendió en la casa. Ella era Débora Raimundi Deby.

Con un fuerte silencio en la garganta se encaminó de regreso a su hogar. Aún flotaba en el aire el bello recuerdo de Deby, aquella joven y vivaracha mujer que supuesta mente se había marchado hacia un hospital psiquiátrico de la zona de Luján. Prefirió quedarse con ese sabor en su interior y revivir un poco más aquel inocente juego de una mujer bella, que al fin y al cabo a nadie hacía daño en su pequeño mundo de fantasía.


Fin del episodio















  

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