No confundas, aquellas lágrimas,
Quizás sean por haber creído una sola vez
En una vida de tanto engaños y mentiras.
Quizás encontré en tu pecho mi consuelo
Y me acurruque en tu amor... desesperado.
No confundas. Mis lágrimas regaron
Un mundo de ilusión marchita.
Donde no crecen las flores, ni reverdece el amor.
No confundas que no es debilidad.
Es simplemente el corazón de un hombre
Enteramente entregado a un amor desesperado.
Pero a la vez, de un ser que en la desilusión, esta ya experimentado..!
Autor Carlos Polleé todos los derechos protegidos con Copyright de autor
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