martes, 1 de agosto de 2017

No confundas, aquellas lágrimas,

Quizás sean por haber creído una sola vez

En una vida de tanto engaños y mentiras.

Quizás encontré en tu pecho mi consuelo

Y me acurruque en tu amor... desesperado.

No confundas. Mis lágrimas regaron 

Un mundo de ilusión marchita.

Donde no crecen las flores, ni reverdece el amor.

No confundas que no es debilidad.

Es simplemente el corazón de un hombre

Enteramente entregado a un amor desesperado.

Pero a la vez, de un ser que en la desilusión, esta ya experimentado..! 

Autor Carlos Polleé todos los derechos protegidos con Copyright de autor



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